miércoles, 21 de octubre de 2015

¿PORQUÉ EL CASTIGO NO DA RESULTADO?




Hay mucha diferencia entre adquirir disciplina mediante la identificación con las personas a las que se admira o que te impongan o, a veces, te la inflijan dolorosamente.
 
El castigo puede reprimir al niño en un momento dado, pero no le enseñará disciplina. Lo que los niños aprenden del castigo es que la fuerza es la razón.
Cuando los niños son lo suficientemente mayores y fuertes, buscarán la revancha, así muchos niños castigan a sus padres actuando de modo que les disguste.
Cualquier castigo (corporal o emotivo) nos pone en contra de la persona que nos la inflige. Y aquí debemos recordar que las heridas de los sentimientos pueden durar mucho más que el dolor físico.
Aunque las críticas o el temor al castigo puedan impedir que hagamos algo que está mal, no nos hace sentir el deseo de obrar bien.
Es conveniente dejar de utilizar estas medidas de corrección negativas y dar paso a otros métodos para la educación de nuestros hijos que promuevan la única disciplina eficaz, la autodisciplina, la cual responde al deseo interno de actuar meritoriamente con el fin de estar bien conmigo mismo de acuerdo con tus propios valores.


 

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